Las tres “E” y la gestión de la innovación.

Más allá de apagar los fuegos diarios de toda empresa, el cometido principal de la dirección de una organización debe tratar de orientarse a asegurar que la actividad empresarial sea sostenible en el tiempo. Bajo esa premisa, es razonable concluir que  la orientación de personas, recursos e iniciativas impulsadas deban orientar esfuerzos orientados a tres horizontes temporales, y por tanto objetivos. Lease 1. La ejecución eficiente del negocio convencional, 2. La extensión de iniciativas alternativas y 3. La exploración de opciones que puedan redundar en vías de desarrollo futuras.

Dicho de otra forma, la gestión sostenible implica la capacidad de combinar a la vez iniciativas de ejecución, extensión y exploración, y gestionarlas de forma sistemática.

Ejecutar implica hacer mejor lo de hoy, velar para que el negocio convencional siga siendo competitivo incorporando mejoras de forma progresiva, incrementando la eficiencia y buscando una mayor penetración en mercados para vender el producto/servicio habitual. La orientación de la inversión en estas iniciativas debe ir encaminada a obtener un retorno en un horizonte temporal comprendido entre uno y tres años.

Extender supone gestionar el desarrollo e implementación de iniciativas que, partiendo del  saber hacer de la organización, se orienten al desarrollo de nuevas soluciones, productos /servicios, nuevos negocios y/o iniciativas de diversificación.

En la medida en que extender implica desarrollar capacidades no existentes a día de hoy, el retorno de inversión de estas iniciativas sería orientativamente de 4/6 años.

Por último, Explorar consiste en incorporar actividades sistemáticas para identificar y valorar opciones que puedan redundar en apuestas de futuro a través de la realización de pequeños experimentos e iniciativas. Se trata de tener antenas captando señales de mercado y/o productos, interpretándolas, Identificar alternativas, nuevos entrantes o tecnologías y/o modelos de negocio de otros sectores, y valorar en qué medida pueden tener viabilidad de futuro.

En este tercer ámbito la necesidad de desarrollar nuevas capacidades es mayor, de ahí que el retorno de inversión deseado para esta actividad sea de entre 4 y 10 años aproximadamente.

¿Y cuánto deberíamos apostar en cada ámbito? Lo deseable sería que la dirección de toda organización asegurara que la ejecución no supere el 75% de los recursos, dedicar un 20% a la extensión y un 5% a las exploración de nuevas opciones. ¿Cuál es el problema? Pues hay varios:

El primero es que la ejecución habitualmente acapara porcentajes muy superiores al 75% de los recursos disponibles, por no decir todos en muchos casos. El segundo, que las estructuras organizativas están fundamentalmente orientadas a la ejecución y no a la extensión ni a la exploración. Tercero, que normalmente se pretender gestionar los tres tiempos o tipos de actividad con los mismos modelos, prácticas, incentivos, sistemas de evaluación y recursos. Y cuarto, pero tan o más importante que el resto es que actualmente, que las costumbres, actitudes y comportamientos, es decir, la cultura de nuestras organizaciones está lejos de asumir que la sostenibilidad de las mismas, y por ende su capacidad de crear riqueza y empleo vendrá de las capacidades que desarrollen para ser capaces de adaptarse y cambiar de forma periódica.

Hay mucho por hacer. Será clave que los modelos de gestión primen el empoderamiento, la participación de las personas y la gestión del talento en contraposición a estructuras que distancien el poder de la ejecución. Será clave que cambiemos la mentalidad para ser conscientes de que evadir la incertidumbre va en perjuicio del desarrollo futuro, y que la orientación a largo plazo implica ser conscientes que lo que a día de hoy genera pedidos puede tener los días contados.

No solo es conveniente ser buenos o dominar un tipo de servicio, operación, producto o tecnología. La mayor capacidad que habrá que desarrollar es ser expertos/as en aprender a cómo probar nuevas soluciones. Para ello, comencemos asegurando los tres estadios de ejecución, extensión y exploración, que ya es harto difícil.

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