Entender y apostar por la industria 4.0

La industria 4.0, también llamada como “manufactura avanzada” o “fábrica inteligente”, es un término que se acuña en Alemania para referirse a una combinación de distintas tecnologías que dan lugar a la denominada como cuarta revolución industrial.

Se le llama cuarta revolución en la medida en que la primera corresponde a los años 70 con las líneas de ensamblaje y producción en masa, la segunda a los 90 con la fabricación ajustada y el outsourcing y la tercera a los 2000 con la automatización y la incorporación de la robótica.

La 4.0 engloba varios conceptos y tecnologías. Por una parte están las soluciones que conectan robots y máquinas / dispositivos con ordenadores e internet a través de programas informáticos que incorporan algoritmos de aprendizaje automático. A estas soluciones se las denomina como sistemas ciberfísicos, y pueden controlar los procesos de fabricación dentro de una empresa y tomar decisiones por sí mismos. Si, los sistemas. Sin intervención humana.

La incorporación de sensores que monitorizan las actividades de distintos componentes o máquinas, haciendo que se comuniquen entre ellas y estas con personas a tiempo real aprovechando las posibilidades de internet se denomina “internet de las cosas” o el acrónimo IoT en inglés.

En tercer lugar, y en la medida en que las máquinas y los sensores acoplados a estas generan inmensas cantidades de información, a las soluciones para gestionar esta información y aprovecharla para la toma de decisiones a través de programas de analítica avanzada se le denomina como el campo de “Big data”.

Estas tecnologías están destinadas a revolucionar el mundo empresarial al menos desde dos vertientes. La primera está cambiando la manufactura no solo dentro de las paredes de la empresa, sino con su relación con clientes, proveedores y asociados. La segunda es que está posibilitando el nacimiento de distintos modelos y formas de hacer negocio novedosas que es conveniente conocer y desarrollar.

En lo que corresponde a puertas de la empresa para adentro, la monitorización remota a través de la sensorización da una vuelta de tuerca a la planificación fabril y permite la programación automática de hojas de ruta y / o secuencias de operaciones a tiempo real, un control de tiempos para hacer que la maquinaria disponible sea más flexible permitiendo modificaciones y cálculos instantáneos, por no hablar las posibilidades que este control aporta para el mantenimiento predictivo.

En cuanto a la gestión de inventarios, permite realizar cálculos de tamaño de lote óptimos y predicciones de demanda automáticos optimizando los requerimientos en toda la cadena de suministro a tiempo real. En la gestión de la calidad, en la medida en que el control estadístico de procesos es digital, se detectan errores antes, durante y después de cada operación mejor y más rápido.

Como es de suponer, estas tecnologías impactan así mismo en la configuración de los puestos de trabajo, automatizando muchas de las tareas no solo propias de entornos fabriles, sino también “de oficina”. En este sentido, la digitalización también permitirá objetivar ciertas mediciones del desempeño de las personas.

El segundo campo está en las posibilidades que esta nueva perspectiva aporta para la creación de nuevas actividades empresariales, dando lugar al nacimiento de un nuevo conjunto de servicios que tendrán como objetivo 1) interactuar y recabar información clave de clientes, 2) soluciones aplicadas al desarrollo de nuevos productos y servicios, al desarrollo de prototipos de bajo coste que permitan reducir los costos de experimentación y simulación de nuevas soluciones, o 3) reinventar el concepto de servicio postventa dando lugar al nacimiento de servicios a tiempo real de mantenimiento predictivo y/o remoto entre otros.

La discusión no es si la industria 4.0 va a llegar o no, sino cuánto y cómo vamos a apostar para posicionarnos adecuadamente. Aviso a navegantes. Una cosa es la tecnología y otra muy distinta es generar ingresos recurrentes de la misma, es decir, generar modelos de negocio sostenibles alrededor de ella. De poco sirven los mejores sistemas si nadie está dispuesto a pagar por ellos o no salen a cuenta. No es solo mejorar la productividad, es cambiar el chip incorporar visión de negocio.

La apuesta de Mondradon Unibertsitatea en este ámbito es clara y decidida. Apostar por la investigación y la transferencia a las empresas combinando no solo tecnología, sino las claves de negocio para generar ingresos recurrentes y enfoques avanzados en gestión empresarial. El desarrollo de soluciones en formación de personas auspiciadas por comunidades de expertos y participación directa de empresas. El  fortalecimiento y aceleración de incubadoras de nuevas ideas empresariales, posibilitando el nacimiento de nuevas empresas y permitiendo a existentes realizar desarrollos que difícilmente podrían llevar a cabo, etc. Distintos frentes, un único objetivo.

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